Quemados 3. En los pacientes que padecen quemaduras, se recomienda un inicio precoz de la nutrición tras la intervención quirúrgica. En estos pacientes, la nutrición enteral constituye la primera elección, por lo que la nutrición parenteral se reserva para los casos en los que la primera está contraindicada.

Inicio de la nutrición

Las quemaduras constituyen un tipo de traumatismo caracterizado por el desarrollo precoz de una respuesta hipermetabólica severa(1). Esta respuesta lleva al consumo masivo y acelerado de macro y micronutrientes, que favorecen y mantienen el síndrome de respuesta inflamatoria y las alteraciones metabólicas que producen las quemaduras(2). La malnutrición aguda resultante, a su vez, aumenta el riesgo de infección(2). La infección constituye la primera causa de muerte en el paciente gran quemado (aquel que presenta más del 20% de la superficie corporal quemada), e induce un retardo de la cicatrización(3). De hecho, se ha establecido una relación entre el déficit calórico total y proteico y la probabilidad de supervivencia. Las intervenciones quirúrgicas requeridas en estos pacientes aumentan a su vez el riesgo de malnutrición(1-3).

Por ello, y por los beneficios del reinicio precoz de la alimentación tras una cirugía (mantenimiento de la mucosa intestinal, reducción de la translocación bacteriana, estímulo del tejido linfoide intestinal…), se recomienda reiniciar la nutrición tan pronto como sea posible, en general no más de 3 horas tras la cirugía(4-5). Adicionalmente, dados los claros beneficios de nutrición enteral sobre la parenteral, la nutrición enteral constituye la primera elección, excepto en aquellos casos en los que esté contraindicada (p.ej. íleo paralítico)(2-6).

Quemados 3. En los pacientes que padecen quemaduras, se recomienda un inicio precoz de la nutrición tras la intervención quirúrgica. En estos pacientes, la nutrición enteral constituye la primera elección, por lo que la nutrición parenteral se reserva para los casos en los que la primera está contraindicada.

Nivel de evidencia alto. Recomendación fuerte.

REFERENCIAS
  1. Moreira E, Burghi G, Manzanares Update on metabolism and nutrition therapy in criti- cally ill burn patients. Med Intensiva. 2018 Jun-Jul;42(5):306-316.
  2. Rousseau AF, Verbrugge AM, Fadeur M, Struvay A, Lefort Nutritional aspects of the ma- nagement of the severely burned patient. Rev Infirm. 2019 Dec;68(256):28-29.
  3. ISBI Practice Guidelines Committee; Steering Subcommittee; Advisory ISBI Practice Guidelines for Burn Care. Burns. 2016 Aug;42(5):953-1021.
  4. Chen Z, Wang S, Yu B, Li A comparison study between early enteral nutrition and parente- ral nutrition in severe burn patients. Burns 2007;33:708-12.
  5. Dylewksi ML, Baker M, Prelack K, Weber JM, Hursey D, Lydon M, et The safety and effi- cacy of parenteral nutrition among pediatric patients with burn injuries. Pediatr Crit Care Med 2013;14:e120-5.
  6. Wasiak J, Cleland H, Jeffery Early versus late enteral nutritional support in adults with burn injury: a systematic review. J Hum Nutr Diet. 2007 Apr;20(2):75-83.